A mal tiempo buena cara. Eso piensan las compañías de nuestro maltrecho mercado a la hora de analizar el producto por el que deben apostar estas Navidades. Nuestra industria no tiene, como la del juguete o la perfumería entre otras, estacionalidades concretas para hacer su agosto a lo largo de cada año. Va a remolque de los estrenos en salas, y eso hace que los lanzamientos (buenos y malos) se sucedan mes a mes.
Sin embargo qué duda cabe que la Navidad ha sido siempre un tiempo especial para hacer excelentes cifras, sobre todo con el producto de entretenimiento masivo, aunque también con el mejor cine presentado en cajas o “packs” para regalo y compra de coleccionistas. A este cine de largometraje, se vienen sumando desde hace una década las series de televisión, cuya popularidad aumenta de año en año.
Por eso, las próximas navidades serán de órdago en esa apuesta de las compañías por estas espléndidas cajas repletas de extras, tanto en imágenes cinematográficas (escenas no incorporadas a la película original, entrevistas con directores y protagonistas) como con fotografías, póster, camisetas, libros y muchas otras piezas relacionadas con la temática de la caja. Son “packs” rellenos de valores añadidos con una presentación muy atractiva que ni siquiera la piratería de internet puede igualar.
Es esto, precisamente, lo que incorporan los “pack”: la inviolabilidad de su contenido extra. Y en ello reside la esperanza de la industria para hacer caja y recuperar parte de las pérdidas que le ocasiona la piratería a lo largo de todo el año.
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