Netflix ya está en casa. Al menos en la nuestra, a la que le hemos invitado a entrar para que nos muestre todos sus poderes de seducción de contenido audiovisual. Inicialmente hemos elegido la oferta mensual que nos hace para que veamos dicho contenido de forma gratuita. Ya veremos más adelante, aunque la cosa pinta bien.
Ya sabíamos que su “software” era uno de sus puntos fuertes, pero tras probarlo nos hemos dado cuenta de que, realmente, es así. Nada más darnos de alta, la plataforma nos hace unas preguntas sobre el contenido que nos gusta: ¿películas?, ¿series?, ¿géneros? … Y a partir de ahí no nos deja respirar, pues en todo momento nos está recomendando contenido.
Por poner un ejemplo, si eres un aficionado a las series, Netflix puede resultar un “problema”. Y lo decimos porque nos ha pasado a nosotros. Tras elegir ver una de las series que la aplicación nos ha recomendado, cuando llegamos al final del capítulo, se abre una ventana en la pantalla del televisor que nos indicaba que en menos de 20 segundos dará comienzo el próximo capítulo.
Por lo tanto, como andemos un poco picados, nos engancharemos a ése y los siguiente capítulos, con lo que, sin darnos cuenta, nos quedaremos unas cuantas horas pegados al televisor (o a la pantalla del dispositivo que estés viendo). Eso sí; te habrás visto cuatro capítulos de una tacada.
Con las películas pasa un poco lo mismo. Ya antes de comenzar a ver una, tienes esperándote otras cuantas que Netflix te recomienda y que, probablemente, te apetezca ver tanto como la que acaba de empezar.
Además, siempre que entras en la aplicación, entre las caratulas de las películas, series o documentales que Netflix ofrece, aparecen ventanas con el contenido que comenzaste a ver, y recordándote lo que tienes pendiente.
Es por esto que le damos muy buena nota a esta primera experiencia con la compañía de Los Gatos (California) más aún cuando hasta ahora no hemos desembolsado ni un euro. Y aunque es cierto que la oferta, sobre todo de películas, todavía no es muy amplia, vislumbramos que Netflix ha llegado para quedarse y dar guerra en nuestro todavía incipiente mercado de suscripción bajo demanda. Habrá que seguir muy de cerca a la nueva plataforma, y por supuesto que lo haremos. Eso sí: pagando.