Tres instituciones nacionales relacionadas con la defensa y protección de la infancia y la juventud se han pronunciado en contra de los efectos nocivos que tiene la piratería en la sociedad española y, en concreto, en los colectivos de menores, a los cuales se les debe infundir el respeto a la propiedad intelectual y al trabajo de los creadores.
Para Pedro Núñez Morgades, presidente de ADDAI (Asociación para la Defensa y el Desarrollo de la Adolescencia y la Infancia) y ex Defensor del Menor, “En este año 2014 –25 aniversario de la Convención de los derechos del niño– debíamos lograr un gran pacto por la infancia, la familia, la escuela y la educación en los valores universales. Si estamos insuficientemente preparados para transmitir principios y sentimientos en el mundo real, mucho menos lo estamos en el mundo virtual, y estimo que no nos estamos dando cuenta. Desde mi experiencia la regeneración tan imprescindible, pasa ineludiblemente por la transmisión del conocimiento a nuestros niños y niñas de lo que está bien o mal, y si lo logramos tendrán una predisposición natural y espontánea para la aceptación a lo primero y del rechazo a lo segundo”.
Según Guillermo Cánovas, presidente de Protégeles, “Las organizaciones de protección de la infancia estamos especialmente preocupadas por dos cuestiones que se están multiplicando en relación a este tema. Por un lado, trabajamos cada día con más casos de menores que se descargan contenidos a través de programas p2p, que después resultan contener virus o imágenes ilegales que les generan muchos problemas. Y por otro lado nos preocupa mucho el hecho de que los niños puedan estar interiorizando la idea de que conseguir las cosas por la cara, sin esfuerzo y pasando por encima de los derechos de otras personas, es normal. Los medios de comunicación –concluye– nos muestran cada día ejemplos de políticos, empresarios o sindicalistas que actúan así, y pensamos que no es la forma de actuar que deben interiorizar los niños”.
Para Kepa Larrañaga, miembro del grupo de trabajo de Menores e Internet de Red.es, “En un ecosistema digital, incidir en la educación del usuario (niño o niña) es apostar tanto por un modelo de ciber-ciudadanía como de cultura de uso de internet para lograr, finalmente, una buena estrategia de consumo de los bienes y valores sociales. Es el consumidor y por tanto el usuario de Internet quien no ha avanzado o no ha finalizado su integración efectiva en el ecosistema digital. Para ello –sigue diciéndonos– se exige aprendizaje, un aprendizaje que es educación y que debe de ser asumida por los agentes sociales e instituciones u organizaciones a la vanguardia del proceso de integración en la cultura cibernética y en todos los espacios y entornos donde –concluye– este aprendizaje es posible”.