Otros ejecutivos aún no lo tienen tan claro, a pesar de que asumen que la demanda del público para ver un estreno ya no pasa exclusivamente por la sala, sino también por el videoclub e internet. Los aficionados o consumidores (como se les llama ahora) exigen ver la película en su hogar lo más rápidamente posible, y si no lo hacen de manera legal se la bajan desde alguna de las numerosas plataformas piratas que operan en la web (la mayoría españolas).
Pero ni siquiera una reducción de esta piratería de descargas dejaría las cosas como antes. “Si el consumidor se las baja gratis no es solo por pagar menos, sino porque desea verla cuando se estrena. Y si tiene una oferta legal optará por ella, ya que el precio es razonable”, piensa un ejecutivo norteamericano con el que hemos hablado.
La revista hermana de Italia, Mediastore, publica un interesante artículo sobre este problema y sobre los numerosos ensayos que se están haciendo al alimón en Estados Unidos entre productores y exhibidores. Uno de ellos es el llamado “Golden Ticket”, una prueba que consiste en darle un valor añadido a la entrada que se compra para acceder a la sala: el de ver la película en el local, y el de poder acceder, a su vez, gracias a un código de barras que lleva la entrada, a la descarga legal de la copia digital desde internet.
“En realidad –explica Mediastore–, el “Golden Ticket” o “Super Ticket” es un formidable modo de eludir las ventanas que creen haber encontrado los productores norteamericanos para hacer saltar por los aires las ventanas”. Se basa en un concepto muy simple: la “digital Copy”. Las compañías lo han lanzado al mercado como un producto “premium” que tiene la ventaja de ser adquirido –desde internet (a un precio bastante alto)– al mismo tiempo que se saca la entrada en la taquilla. Y que se consume nada más llegar a casa.
“Con el “Golden Ticket” –señala la revista italiana– se elimina este tiempo de espera entre cine y vídeo, ya que la entrada permite ver la película en la sala y después bajársela desde internet. Las fórmulas pueden ser diversas, pero en el centro de la oferta se encuentra siempre el mismo paquete: dos por una”.
El precio, lógicamente, es mucho más alto, pero si al espectador le gusta la película, se supone que estaría dispuesto a pagar más por este doble visionado. Es una propuesta que quizá podría funcionar con los grandes títulos, la superproducciones cargadas de efectos especiales. ¿Pero y con los medianos y pequeños?
Según los promotores de esta fórmula, el “Super Ticket” es también una manera de adelantarse a los piratas. Sin embargo, algunos expertos con los que hemos hablado ponen reparos a esta receta. Por un lado está el precio de la entrada combinada, mucho más alto; por otro, la imposición de una copia digital a quienes quieran adquirir la copia física porque le guste más o quiera tenerla a la vista en su hogar.
Pero, sobre todo, el mayor handicap lo anotan con los títulos –la mayoría– que no son superproducciones, pues a priori estos no aguantarían un precio añadido en la entrada. Y sin embargo, los consumidores también querrán verlos simultáneamente al estreno en sala. ¿Cómo solucionar el problema? Mientras tanto ya se han producido varias experiencias en territorio USA y canadiense con títulos “blockbuster”. En el primero a través de la cadena Regal Cinemas; en el segundo con Cineplex.
Por 50 dólares (37,36 euros), los Regal Cinemas han puesto a la venta el pasado junio una entrada para ver “Guerra mundial Z” que permitía entrar a una sala 3D, quedarse con la gafas, obtener un póster de la película, una T-shirt para descuentos en diversos productos de los que se vendían en la sala, la clave para bajarse la copia digital y una bebida o un paquete de palomitas. “La oferta –asegura Mediastore– estaba vinculada exclusivamente a través del sitio Fandango.com, a través del cual Paramount obtenía los email de los consumidores que deseaban aprovecharse de la oferta, incluyéndoles la posibilidad de beneficiarse de la descarga Ultraviolet cuando esté disponible”.
En Canadá, la oferta de los Cineplex está vinculada a Warner Bros, Universal Pictures, Sony Pictures y también a Paramount, quienes al cierre de nuestra edición anunciaban que comercializarán todas las películas que estrenen en los Cineplex tanto en la modalidad de alquiler como de venta. En declaraciones a Los Angeles Times, Dan Fellman, Presidente del mercado doméstico de Warner Bros Home Video, ha dicho que “Se trata de un modo innovador de extender el negocio global del cine, ligándolo más aun al DVD. Desde el punto de vista del cliente es una ventaja porque encuentra todo lo que le interesa en un solo punto de venta”. Mientras se comprueba si el “invento” funciona, en Estados Unidos y Canadá seguirán sin embargo respetándose las ventanas que, ahora mismo, son de tres meses y medio (según la National Association of Theatre Owners).
Martes, 03 Septiembre 2013 10:00
Hollywood quiere suprimir las ventanas en USA con un “Super Ticket”
Publicado en
REPORTAJES