Desde que Georges Méliès lanzó su nave-cañón al espacio en 1902 para llegar a nuestro satélite (“Viaje a la Luna”), el género de ciencia ficción no ha dejado de viajar por el espacio de la fantasía. Nuestra Vía Láctea ha acumulado películas de variados argumentos, aportando visiones de nuestra galaxia y de algunas más lejanas bajo todo tipo de razonamientos, y mostrando el rostro variado de sus posibles habitantes, llamados por los terrícolas alienígenas. De ellos y de su hábitat trata nuestro presente informe.
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Lo que nos viene en los próximos 15 meses –y no digamos más a la larga– es una invasión de celuloide intergaláctico en toda regla. De hecho estamos inmersos en ella ya, si comprobamos los títulos que están en los cines y a las puerta del vídeo. Valgan como ejemplo “After Earth” (nuestra portada, de Sony), “Star Trek: en la oscuridad” (Paramount), “El hombre de acero” (el último Supermán, de Warner) u “Oblivion” (Universal). Cuatro “supernovas” dirigidas respectivamente por M. Night Shyamalan, J.J. Abrams, Joseph Kosinski y Zack Snyder.
Hay circunstancias económicas y técnicas que justifican este despliegue de Hollywood sobre nuestros sistema solar; de hecho se acoplan perfectamente. Por un lado está la crisis de taquilla (que no del cine), y a igual que ocurrió en los pasados años sesenta, cuando la televisión amenazó a las salas y Hollywood reaccionó con el Panavisión y el Toddao, es decir con las pantallas gigantes, ahora este otro Hollywood ataca con las películas de ciencia ficción, apoyadas con frecuencia en el 3D.
Aprovechando la perfeccionada tecnología digital existente, que nos hace creer por unos instantes –los que dura la película– que estamos siendo invadidos por alienígenas o que viajamos en naves espaciales soberbias y veloces a otros sistemas, están surgiendo producciones espectaculares que hacen la delicia del público.
¡Los efectos especiales! He aquí la frase mágica. Sin ellos no tendrían la fuerza y el atractivo que tienen. Y poco podrían hacer los cineastas nombrados o las estrellas como Tom Cruise, Will Smith y Matt Damon, si detrás de todas ellas no estuvieran los ingenieros y expertos en efectos digitales.
Estamos hablando, entre otros muchos, de Robert W. Joseph, Naaman Marshall, Dean Wolcott, Ramsey Avery, James Clyne, Kim Sinclair, Chris Farmer, Alex McDowell, Darren Gilford o Kevin Ishioka, completamente desconocidos del gran público, pero que son, sin embargo, los verdaderos artífices de los escenarios y las tomas digitales sin las que este género no tendría validez ni en las salas ni en casa.
Las salas, sin embargo, no las tienen todas consigo a la hora de pescar co estas superproducciones a un público cada vez más escurridizo, pues la tecnología de la que estamos hablando ha permitido colocar en los hogares pantallas de unas características similares a las de los cines. No obstante, por ahora, su visionado resulta más alucinante en ellos que en casa.
Hay otros elementos que consolidan el negocio de esta nueva invasión de fantasía galáctica: por un lado el enorme interés y atractivo que tienen para las nuevas generaciones de guionistas, cineastas y productores estos temas.{jb_quoteleft}Algunas producciones son tan caras que ha sido necesario la unión de dos estudios tan potentes como Paramount y Warner para poder rodarlas.{/jb_quoteleft} En ello tiene mucho que ver la filmografía espacial de Steven Spielberg y George Lucas, dos de los cineasta que más han influido y están influyendo en esta nueva generación de jóvenes directores. Además, ellos mismos están comprometidos en la producción de estas películas.
Sin embargo, poco podrían hacer con su empuje productivo, si ahora mismo no existiera una sensibilidad parecida o mayor en los públicos más jóvenes (y también adultos) por este tipo de cine, muy caro por cierto de rodar. Unos y otros se estrechan la mano. Las taquillas certifican, además, su rentabilidad por todos los rincones del mundo.
Pero entremos en materia, y descubramos lo que nos viene. Que no es poco. Además, algunas producciones son tan caras que ha sido necesario la unión de dos estudios tan potentes como Paramount y Warner para poder rodarlas. Nos estamos refiriendo a “Interstellar” de Christopher Nolan, una película que tiene previsto su estreno en noviembre del año que viene y cuenta con la interpretación de Matthew McConaughey y Anne Hathaway. Agujeros de gusano, viajes espaciales, conquistas de otros mundos... Warner se reserva la distribución internacional y Paramount el mercado norteamericano.
Esta compañía nos anuncia, por separado, dos títulos de envergadura para 2014 y 2015: “Transformers 4” de Michael Bay y “Terminator 5” respectivamente. La última aun no tiene director, pero Arnold Schwarzenegger encabezará de nuevo el reparto. Ambas secuelas y casi franquicias están blindadas por los espectaculares ingresos obtenidos por las precedentes: la primera casi 2.000 millones de euros y la segunda unos 1.050. Así se puede rodar sobre seguro.
No son transformers (o robots que viene a ser lo mismo) lo que Warner nos trae con la película de Guillermo del Toro “Pacific Rim”, en la que también hay agujeros de gusano por donde se cuelan los robots y ponen a la Tierra en un brete. Esta compañía es la que más apuesta en los próximos tiempos por la ciencia ficción, no solo la galáctica sino la que tienen su origen en los cómic o en argumentos originales, cuyos parámetros fantásticos se ubican en nuestro planeta.
Pero este no es nuestro tema de hoy, en el que nos referiremos exclusivamente a aquellas películas que se sitúan en la Vía Láctea. Como “Gravity”, que está anunciada (en salas) para el próximo octubre, y cuenta con la dirección de Alfonso Cuarón e intérpretes de primera línea: Sandra Bullock y George Clooney. Los dos estarán en el espacio pasándolo canutas. Es de Warner.
Más del Warner espacial: “Edge of Tomorrow”, anunciada para mayo de 2014 y que cuenta con Tom Cruise de intérprete y Doug Liman de director. Y sin estrellas de primera fila, pero con dos cineastas que venden solos sus películas –Andy Wachowski y Lana Wachowski–, Warner estrenará en agosto del año que viene “Jupiter Ascending”.
En el espacio también se ubican dos títulos de EOne: “Riddick” de David Twohy y Vin Diesel de héroe humano, y “El juego de Ender” de Gavin Hood, con la presencia de Harrison Ford, aunque los protagonistas sean dos actores muy jóvenes en alza: Abigail Breslin y Asa Butterfield. Ambas estarán en las carteleras en el último trimestre. Habrá que esperar a 2014 para ver la nueva entrega del planeta de los simios, para el que Fox tiene ya título inglés (“Dawn of the Planet of the Apes”), director (Matt Reeves) y principales intérpretes (Gary Oldman y Keri Russell).
Y para el final dejamos el diamante (aun en bruto) de la secuela felizmente continuada de “La Guerra de las Galaxias”. Tras la venta que ha hecho George Lucas de los derechos que tenía sobre sus personajes e historia a Disney, esta compañía ha iniciado la preparación, con J.J. Abrams al frente, del Episodio 7 con Harrison Ford, Mark Hamill y Carrie Fisher. La disfrutaremos en 2015.