El cine español que suena actualmente en el mundo de la Cultura universal (a parte del que rueda Pedro Almodóvar, secundado por la taquilla y elogiado por la intelectualidad), es el que han dirigido viejos maestros como Luis Buñuel o Carlos Saura. Sin duda, maestro es también Luis García Berlanga, pero como me dijo en una ocasión, “Mis películas (incluida “Bienvenido Míster Marshall”, 1953), apenas interesan fuera de España; tal vez porque no las entienden”. Y me lo dijo cuando le dieron un homenaje en Hollywood, concretamente su Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (fue en septiembre de 2013).
Berlanga, de hecho, es un cineasta de dentro, aunque genial. Tal vez si se hubiese adelantado al Neorrealismo y hubiera dirigido algunos argumentos de Vittorio De Sica o Roberto Rossellini, con Arturo Zavattini escribiéndole los guiones, lo habrían asumido y entendido más fuera de nuestras fronteras. Y eso que ambos tuvieron su particular momento de “complicidad”, como recuerda Ricardo Muñoz Suay: ”Del 31 de julio al 23 de agosto de 1954 –señala–, Zavattini, Berlanga y yo recorrimos algo más de seis mil kilómetros de carreteras y caminos españoles, con la idea de escribir unas historias que transcurrieran en España, pero que no fuesen inventadas de antemano”. Pero todo quedó en un viaje. No hubo película.
Berlanga, sin embargo, es la mayor referencia, en la comedia, del cine español que se ha hecho y se sigue haciendo a partir de los años 80. Incluido el de Almodóvar. Éste, como decía anteriormente, junto a Alejandro Amenábar, Juan Antonio Bayona, Rodrigo Cortés o Juan Carlos Fresnadillo, son nuestra avanzadilla en la cartelera universal. Y en sus películas –al menos en las de los cuatro últimos–, además, para demostrar esa internacionalidad de sus producciones, actúan los mejores y más renombrados actores y actrices extranjeros, incluidos los de Hollywood.
El presente Festival de San Sebastián está apostando este año por mostrar la nueva cantera de nuestros cineastas, en sinergia con los directores veteranos –los de ir por casa–, algunos de ellos excelentes profesionales, pero que no han podido salir apenas de la taquilla española, ya sea por falta de interés por sus temas allende nuestras fronteras o por no haber apoyado a sus personajes con actores internacionales, que abren las puertas de la taquilla en muchos países.
En San Sebastián se están proyectando películas de directores que comienzan su carrera con una primera obra (o como mucho han filmado dos) como Asier Altuna (“Amama”), Dani de la Torre (“El desconocido”), Paula Ortiz (“La novia”), Alex Guimerà y Juan Pajares (“Un día vi 10.000 elefantes”). Y de algunos que ya están consagrados o casi (siempre dentro del país) como Agustí Villaronga (“El Rey de la Habana”), Fernando Colomo (“Isla bonita”), Imanol Uribe (“Lejos del mar”), Álex de la Iglesia (“Mi gran noche”), Cesc Gay (“Truman”) o Marc Recha (“Un día perfecto para volar”).
Quizá esta “avalancha” de cine español (al que se le augura éxito de taquilla, al menos entre nosotros) contrasta con lo que ocurría hace algunos años, cuando los exhibidores levantaban las películas “made in Spain” de sus cines (o no las proyectaban) porque se les antojaban un mal negocio. Ahora parece que es al revés: el cine español es más que rentable, por lo menos este año.
Y si no, ahí tienen a cuatro películas españolas copando los primeros cuatro puestos del ranking nacional de entradas vendidas hace dos semanas: “Atrapa la bandera” de Enrique Gato, “Anacleto: agente secreto” de Javier Ruiz Caldera, “Ma ma” de Julio Medem y “Un día perfecto” de Fernando León de Aranoa. Pocas veces había ocurrido esto, al menos en lo que va de siglo.
Además, Gato vuelve a colocar (vender) su película en todo el mundo, como ya hizo con la anterior: “Las aventuras de Tadeo Jones” (2012). Los productores del film (4 Cats Pictures, Lightbox Entertainment y Telecinco Cinema) acaban de emitir un comunicado en el que aseguran que su película “Traspasa fronteras y consigue un acuerdo de distribución internacional en más de 25 países de la mano de Paramount Pictures International”.
Es decir, que se verá en Reino Unido, Alemania, México, Brasil, Rusia, Argentina, Chile, Colombia, Panamá, Perú, Venezuela, Trinidad, Polonia, Países Bajos, Israel, Ucrania, Egipto, Emiratos Árabes, Bahréin, Omán, Qatar, Kuwait, Líbano, Egipto, Irak y Jordania. ¡Ahí es na! “Con más de 1, 2 millones de espectadores –sigue diciendo la nota– , “Atrapa la bandera” ya es la mejor película española de animación del año y sigue generando expectación, tanto en España como en el mercado internacional”.
Eso es lo importante, “generar expectación, tanto en España como en el mercado internacional”. Así es como se construye una industria, es decir, así es como un director puede volver a dirigir su siguiente película, y conseguir que trabajen los actores, técnicos y escritores. Y así es cómo se mantiene en actividad una productora, que al fin y al cabo es quien levanta la película con, entre otros dineros, los que generan los éxitos precedentes.
Por eso hay que hacer mención, para felicitarlos, a quienes desde este colectivo de financieros/productores –que se sitúan en unas oficinas y no en el plató o escenario de filmación– encuentran la inversión necesaria para que la película se pueda rodar.
Y para que se hayan podido rodar muchas de las que hemos mencionado en este artículo, se han generado compañías, entre otras, como Telefónica Studios, Mod Producciones, First Generation Films, Himenóptero, Antena 3 Films, Apaches Entertainment, Mediaset España, First Generation Films, Txintxua Films, Filmax, La Ferme! Productions, Atresmedia, Ibermedia, Canal + España, Fernando Colomo PC, Zeta Audiovisual, Amiguetes Entertainment o Enrique Cerezo PC.
No son compañías que produzcan muchas películas de seguido, sino que se concentran en una o dos producciones al año (para rodar más hay que venderlas al extranjero). La mayoría de los veteranos que hemos nombrado, y algunos más, suelen repetir con una productora, como Álex de la Iglesia con Enrique Cerezo; o sus películas tienen el suficiente éxito para que se las produzcan ellos mismos, como Santiago Segura, dueño de Amiguetes Entertainment, o Pedro Almodóvar a través de El Deseo.
Pero es un hecho que, sin el trabajo de los productores no funciona la película. Y en este festival de San Sebastián hemos visto una gran sinergia y colaboración entre directores y productores. Colaboración que se seguirá dando si sus películas funcionan en la taquilla. Algo que creemos que sin duda va a ocurrir.
De hecho, FAPAE en un comunicado emitido en el certamen donostierra, ha afirmado por boca de su vicepresidente Joxé Portela
Que “Este es el año de mayor participación española en el Festival de San Sebastián, lo que refleja el gran momento creativo de nuestro cine. Haciendo mención a la recaudación en general de cines, aseguró que “Ha subido un 4%., con lo que la cuota de taquilla de cine español es similar a la de años anteriores por estas fechas, es decir en torno al 12%, aunque esperamos que, con los títulos que aún faltan por estrenar en 2015, también se consiga una excelente cuota que supere el 20%. Cabe destacar, además –concluyó–, que este mes de septiembre el cine español está realizando una excelente taquilla, llegando esta semana al 40% y la semana anterior al 50%”.