Madrid. 21.- Antonio Larreta, conocido igualmente por Taco Larreta, era un referente del cine, el teatro y la literatura uruguaya. De hecho fue en estas disciplinas donde alcanzó la fama y el aprecio en su país, aunque también en la Cultura Hispanoamericana llegó a disfrutar de un gran reconocimiento. Su muerte se produjo el pasado 19 en Montevideo.
En Uruguay dirigió la Comedia Nacional y actuó en decenas de obras que incluyeron un amplio repertorio: desde Federico García Lorca a Pirandello, pasando por Chéjov, August Strindberg y Edward Albee.
Fue autor, entre otras, de las comedias “Una familia feliz”, “La sonrisa” y “Oficio de tinieblas”. Su adaptación de una pieza italiana, a la que tituló “Un enredo y un marqués”, alcanzó uno de los mayores éxitos de audiencia en Uruguay.
La represión llevada a cabo por las diferentes dictaduras que se turnaron en Uruguay durante las décadas de los setenta y ochenta del pasado siglo, le obligó a exiliarse en Madrid entre 1972 y 1991. Período en el que escribe diferentes obras, entre las que destaca “Volavérunt”, con la que obtuvo el Premio Planeta en 1980.
“Volavérunt” fue adaptada al cine por Bigas Luna, que la dirigió en 1999, con la interpretación de dos de las actrices más populares del momento: Aitana Sánchez-Gijón y Penélope Cruz. En nuestro país, y durante su exilio, colaboró con argumentos propios o adaptaciones de otros escritores, con cineastas como Pilar Miró (“Hablamos esta noche”, 1982), Mario Camus (“Los santos inocentes”, 1984) Antonio del Real (“El río que nos lleva”, 1989), Jaime Chávarri (“Las cosas del querer”, 1989), Pedro Olea (“El maestro de esgrima”, 1992) o Vicente Aranda (“Juana la Loca”, 2001).
A su regresó a Uruguay, en 1985, dirigió la Comedia Nacional, fundó el Teatro Sur y se puso detrás de una cámara, como director, en su única película: “Nunca estuve en Viena” (1989). Diez años después protagonizaría el largometraje “La ventana”, producida por la compañía española Wanda Un papel soberbio, en el que da vida a un anciano que vive en la Patagonia y que espera la visita de su hijo, con el que no se lleva bien, cuando está a punto de morir.