Más de 6.000 títulos –entre recién terminados y sin terminar todavía– se venden estos días en el American Film Market (AFM), el mercado de películas más importantes del mundo, que arrancó ayer miércoles en Santa Mónica, un barrio de Los Ángeles, al borde del Océano Pacífico.
Para ser exactos 6.026, los cuales se verán en proyecciones especiales (completos si están terminados o en “promos” los que aun se filman) en diversas salas cinematográficas de la zona o en las casi mil habitaciones que las compañías de todo el mundo han alquilado en alguno de los hoteles que hacen de base para los vendedores y compradores.
El Loew es el principal. En estos momentos todas sus habitaciones están tomadas por algunos de los casi mil vendedores que oficialmente asisten al mercado. En ellas se encuentran a la vista el póster, fotografías, vídeos y los precios de las películas que se venden, los cuales varían según el país donde se vayan a estrenar –más caros o más baratos, según el tamaño– o la zona de influencia del distribuidor (que puede abarcar varios países).
La mayoría de las películas proceden de la industria norteamericana, aunque Europa envía un número apreciable de nuevas producciones, sobre todo francesas, inglesas y alemanas. La tercera gran fuente de abastecimiento es el Extremo Oriente, principalmente países como Japón y China (con Hong Kong como gran productor).
España muestra su peor rostro empresarial de toda su historia, con un número escaso de producto y de compañías participantes. Con venta propia de películas solo Latida Films, Imagina IS, Globo Media, Grupo Ganga, Selecta Visión, Fumwood Media, 6 Sales, DeaPlaneta, Dreamcatchers, Film Factory y Filmax. Todas ellas, a excepción de la última, que tiene habitación propia, alojadas en un pabellón (otra habitación) donde se puede leer Cinema From Spain, sufragado por FAPAE, el ICAA y el ICEX.
En él se pueden visionar y adquirir títulos como “¿Quién mató a Bambi?”, “15 años y un día”, “Futbolín”, “Las brujas de Zugarramurdi”, “Séptimo”, “Zipi y Zape y el Club de la Canica”, “Caníbal”, “Los inocentes”, “La gran familia española”, “Tres bodas de más”, “Torment”, “In Darkness we fall”, “Retornados”, “Barcelona, noche de verano”, “Alpha”, “Viral”, “A ras del suelo”, “Tres-60”, “La tropa de Trapo en la selva del arco iris” y “Para Elisa”.
España ha venido perdiendo peso en el AFM desde 2007, cuando comenzó a sufrir con saña las consecuencias de la piratería online. Ninguna compañía internacional que haya visitado Los Ángeles es ajena a ella, y aunque otros países europeos están tocados del ala por culpa de las descargas ilegales, no lo están tanto como el nuestro.
Además, muchos llevan años luchando contra las webs piratas desde los propios gobiernos, que han aprobado leyes muy duras que han favorecido al negocio legal. En cambio, el nuestro sigue sumido en el peor de sus momentos, acrecentado por el aumento del IVA y el desinterés de este gobierno por el cine español.
De ahí la escasa presencia de distribuidores españoles en el vestíbulo del Hotel Loews. No están los tiempos para tirar el dinero. También se han rebajado los días de estancia en el mercado por parte del comprador internacional. En realidad, ahora, el AFM o cualquier otro mercado ofrecen pocas sorpresas, pues todo el mundo conoce lo que hay con anterioridad, simplemente contactando a través de internet.