Sí, en esto se desmenuza esta inteligente y sabrosísima película del madrileño Emilio Martínez Lázaro, donde hay al menos seis apellidos vascos (los actores Karra Elejalde, Aitor Mazo y Lander Otaola; los guionistas Borja Cobeaga y Diego San José; y uno de los productores, Koldo Zuazua), pero también andaluces como Alberto López, Dani Rovira y Alfonso Sánchez; y madrileños: el cineasta y Carmen Machi y Clara Lago, las actrices principales. Un popurrí que ha levantado a carcajadas de cuajo las salas de cine de toda España, donde (cuando escribimos esto) ya sobrepasa la friolera de 50 millones de euros de taquilla. La alegría cunde por doquier: entre los productores, que han invertido 3 millones y lo han multiplicado por casi 17 veces; entre los intérpretes, aupados de golpe a ser los más populares de España, con lo que eso puede significar de contratos futuros; y entre cineasta.
Aunque Martínez Lázaro, que sin duda ha “engordado” unos kilos gracias al éxito, aguanta bien estos tirones de aureola que sabe reflejar en tiempos de espera hasta que le salga algo nuevo que le convenza de que debe ponerse otra vez tras la cámara a dirigir. En realidad, eso es lo que parece que quiere hacer, pues todo el mundo (al menos los productores) le pide que dirija la continuación. “Ocho apellidos vascos” es una película para públicos que van desde los 25 años hasta los 100 (como lo demuestra la fisonomía del público que ha comprado la entrada). Es una alabanza para su realizador, sobre todo cuando ha sido capaz de rodarla con 69 años a la espalda, una edad en la que montones de directores viven o yacen jubilados.
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Esta es la carrera de la baratísima producción de Martínez Lázaro. Hay, sin embargo, que tener en cuenta otro dato: mientras que todas las películas que se encuentran en la lista de las 10 más taquilleras de nuestro cine, alcanzaron su recaudación con un IVA del 5%, la de Emilio Martínez Lázaro ha conseguido su récord con el 21%. A parte de que el ministro Cristóbal Montoro estará muy contento, pues se lleva casi 10 millones de los euros pagados hasta ahora por los espectadores, también habría que medir el impacto (negativo para sus ingresos normales) de que “Ocho apellidos vascos” es, hasta el 3 de abril pasado, la película más vista en la denominada “Fiesta del Cine”, es decir durante las proyecciones realizadas en los tres primeros miércoles de entradas más baratas (a menos de 4€), lo que quiere decir que podrían habérsele sumado algunos millones de euros más si los espectadores hubiesen pagado el precio de la entrada normal (en torno a 8,5€).
Pero hay un dato que hace crecer más el mérito de esta impresionante taquilla de la película del realizador madrileño: los más de 40 millones de euros –nos atrevemos a asegurar ya, cuando escribimos estas líneas– que ha conseguido (¡y solo en nuestro país!), los ha obtenido, insistimos, con una inversión (presupuesto) de 3 millones de euros; mientras que –por mencionar algunos ejemplos de películas súper taquilleras–: “Lo imposible” costó 30 millones; “Los otros” de Alejandro Amenábar (2001 y una recaudación de 27.2 millones de €) costó 17; “El orfanato “ de Juan Antonio Bayona (2007 y 25 millones de recaudación) necesitó de un presupuesto de 4,5 millones; “La gran aventura de Mortadelo y Filemón” de Javier Fesser (2003 y 22.847.347 de taquilla) costó 7; y “Ágora” de Alejandro Amenábar (2009 y 20.931.901€) necesitó de una inversión de 50.
Las cifras de negocio cantan por sí solas. Podemos afirmar sin equivocarnos que Javier Martínez Lázaro es también uno de los cineastas, sino el que más, rentable de nuestra historia, y máxime si tenemos en cuenta que su trabajo de 2002 “El otro lado de la cama” se encuentra en el puesto 14 de la lista nacional de películas más taquilleras, con una recaudación de 12.610.725€. Y un presupuesto similar al de “Ocho apellidos vascos”: 3 millones de euros. ¿Quién no le pone así sobre la mesa la continuación y le abre el grifo, si fuera necesario, para doblar el costo de la precedente?
Desconocemos si la continuación anunciada de esta historia burlesca, divertida y satírica, que provoca carcajadas en cada escena, sobre un tema tan problemático y controvertido –diríamos, incluso, provocador e inflamante– como el que han escrito Borja Cobeaga y Diego San José, necesitará de mayor presupuesto. Lo que sí es cierto que Telecinco Cinema y sus dos socios en la aventura de producción –LaZona Films y Kowalski Films–, están muy contentos con los resultados (una parte de los cuales, según ha sabido estrenosdevideo.com, irán a parar al bolsillo del cineasta, gracias a que lleva un porcentaje sobre los mismos). Telecinco Cinema es ahora mismo una marca muy fiable para conseguir éxitos cinematográficos, y lo prueba que ha producido o colaborado en la producción de títulos punteros en taquilla como “El orfanato” (Juan Antonio Bayona, 2007), “Ágora” (Alejandro Amenábar, 2009), “Celda 211” (Daniel Monzón, 2009), “No habrá paz para los malvados” (Enrique Urbizu, 2011), “Lo imposible” (2012, Bayona), “Las aventuras de Tadeo Jones (Enrique Gato, 2012) o “Perdona si te llamo amor” (Joaquín Llamas, 2014) (Emilio Martínez Lázaro escribió sobre la comedia de Hollywood para la revista AGR número 19, otoño de 2003, y las publicamos completas en nuestra sección ESPECIALES).